“El sabio sabe escuchar las voces de los ángeles y también la voz de su cuerpo”, decía uno de mis maestros.

Tú también puedes ser un Ser lleno de sabiduría. La sabiduría es un don que llega a nosotros a través de las bondades de nuestro Creador, pero Él quiere que primero la busquemos, que en ese viaje por cumplir nuestro propósito de vida, tengamos conciencia plena de que sin la sabiduría podemos quedarnos a mitad del camino.

La Sabiduría se nos presenta como la mejor consejera, ella nos aleja de los malos pensamientos, de las malas obras, nos hace prudentes, nos obliga a mantenernos firmes en nuestros deseos de ser hombres de buena voluntad. Cuando la sabiduría es la que nos guía, le damos reposo a nuestra alma; ya no estamos tan angustiados por mostrarle al mundo lo que somos, porque no nos importa la apariencia de lo material e ilusorio, sino lo invisible y esencial para nuestras vidas.

“La sabiduría es un regalo del cielo” escuchaba también de mis mentores, pero es algo que no se ve, se siente, porque te alineas con las leyes universales y divinas; se hace parte de nuestro diario vivir si nos dejamos guiar por ella. Hay un libro de la sagrada escritura dedicado a ella, es la luz de quienes quieren agradar al Padre, de quienes deciden llevar una vida basada en el amor, la comprensión y la compasión. Ella nos hace valorar todo lo que de verdad tiene valor para hacer rica nuestra existencia.

Cuando nos dejamos guiar por la sabiduría, escuchamos claramente esa voz interna que no se cansa de hablarnos, pero a veces no la escuchamos cuando nos dejamos llevar por el ruido exterior. No es sabio aquel que cree en ella, pero quiere controlar todo, no, la sabiduría te advierte cuándo debes dejarte fluir con la vida y cuándo debes actuar en consecuencia.

Si algo debes pedirle al Padre Creador es sabiduría, porque ella será quien te ayudará a tomar las mejores decisiones para todo. A veces la sabiduría simplemente te dice ¡Calla! Y es un consejo que puede hasta cambiarte la vida.

Prueba y creele a Dios, él sabrá cómo manifestarse en ti. Hasta la próxima publicación…

Zuluan Orion