Como seres humanos vivimos en un cuerpo prestado, pero seamos o no conscientes de ello, sabemos también, que no es el único cuerpo que tenemos. Somos una máquina perfecta porque así Dios nos creó. Contamos con varios cuerpos que nos hacen movernos en esta experiencia terrenal que estamos viviendo. Nuestros cuerpos emocionales, mentales, físicos y eté-ricos se mueven al mismo ritmo, se afectan de la misma manera al mismo tiempo, eso quiere decir que si nuestro cuerpo físico está enfermo también nuestro campo emocional y mental está en crisis, al tiempo que a nivel espiritual estamos atravesando por dudas, que nos desprenden del lugar donde deberíamos permanecer para estar saludables.
Si mientras vivimos en el Aquí y Ahora, estuviéramos además presentes en todos nuestros cuerpos, reconociendo a cada uno y dándole su verdadero lugar en el espacio de vida que tenemos, nuestro organismo no experimentara desequilibrio alguno. Es como bañarnos y no prestar atención a alguna parte de nuestro cuerpo, eso se siente de alguna manera, más o menos así trabajan nuestros cuerpos.
Este mensaje es importante porque a veces solemos olvidar que alguna dolencia física está determinada por alguna dolencia emocional y obviamente puede suceder que cuando estamos mal físicamente nuestra mente empieza a divagar, nuestras emociones están en muy baja frecuencia y en el mundo espiritual experimentamos sensaciones de culpa y tratamos de castigarnos por no haber prestado atención a algún órgano o parte de nuestro cuerpo. Todo se convierte en una falta de armonía, por ello es tan importante que nos conozcamos lo suficientes, que nos estudiemos, que nos analicemos a diario para ver qué pensamiento ha bloqueado alguna parte de nuestro cuerpo, o que dolor ha causado un bloqueo en nuestra creatividad. Todo está entrelazado.
Un día me contó un paciente que no se había dado cuenta que su estado de ánimo y falta de creatividad lo había causado una vez la falta de agua. Pasó todo un día sin tomar agua, solo dos o tres vasos de refrescos, pero se olvidó de tomar agua, pues bien esa falta de verdadera hidratación provocó un cansancio y desánimo tan fuerte que solo supo su causa cuando se consiguió un escrito que hablaba sobre el tema ¿Ves cómo todo está encadenado?
El conocimiento sobre el mundo es importante, pero el conocimiento sobre nosotros mismos y las razones por las cuales atravesamos tantos momentos diferentes, es crucial para lograr entendernos y corregir muchos desequilibrios en nuestras vidas.
Hasta una próxima publicación…
Zuluan Orion
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