Todo en la vida es impermanente, pero la gran inteligencia universal hace que todos los escenarios se conecten entre sí para que las almas puedan aprender y tener una gran Evolución. En tu vida no hay nada al azar, esta gran coordinación universal siempre tiene un propósito y una razón. Tu alma sabiamente eligió esta vida que tienes porque era lo que necesitabas vivir para aprender, tú escogiste ese cuerpo, esa memoria celular, tus relaciones familiares y sociales, porque en esencia sabías lo que ibas a venir a vivir. No tendrías ningún propósito de estar aquí, a no ser que viniste a desarrollarte y a madurar espiritualmente.

Hoy te invito a que te detengas y hagas una especie de retrospección de tu vida, allí empieza el recorrido, pero no te quedes en el pasado, solo míralo para aprender. ACEPTA lo que ES sin conformarte y desde allí inicia el cambio. La mayoría de lo que te ha sucedido y sigue sucediéndote, ahora forma parte de las vivencias que tienes que atravesar para elevar tu Consciencia. Son parte de nuestro aprendizaje todos los sucesos, tanto los catalogados como buenos o malos, porque de allí emergerá el hombre nuevo, si en efecto aprendemos a sacarle provecho a todo.

El trabajo más difícil que vinimos a hacer en esta tierra es el de la reconstrucción y transformación de nosotros mismos. Porque en ese afán de mirar siempre hacia afuera, creemos que los malos son los otros y que son ellos quienes deben cambiar para que nuestra vida sea más placentera, cuando es todo lo contrario. Al aceptar que en cada uno de nosotros está la fuerza y la voluntad de cambiarnos, podemos iniciar el proceso, porque de una forma diferente el camino se hace más espinoso.

Las limitaciones solo están en nuestra mente, esa mente que juega siempre al saboteo constante porque no tiene más nada que mostrarte. La verdad está dentro de ti, no en tus pensamientos, está en tu Ser interno y no hay manera de entender esto si no nos hacemos conscientes de todo esto que aquí te cuento, porque una cosa es ver a los demás hacer su trabajo de transformación y, de hecho admirar la forma cómo han cambiado, y otra es revisarnos nosotros mismos y descubrir en ese intento que también podemos generar el gran cambio y el gran propósito de vida por el cual estamos aún en este planeta.

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Zuluan Orion