La tarea que tenemos que hacer para lograr trascender es diaria, es continua, no podemos cansarnos. Es necesario vigilar siempre lo que sentimos, pensamos, decimos y hacemos, no es fácil, pero tampoco debe convertirse en algo obligatorio, sino como una rutina que nos atraiga hacer por nuestro bienestar físico, emocional, mental y hasta espiritual, porque todo está unido y cuando algo falla, fallan las demás cosas.
En mi experiencia personal y laboral he podido comprobar cómo cuando se descuida alguno de estos niveles, se desequilibra nuestro organismo. Hay una frase que dice que nada hace más daño que lo que sale de la boca y esto va para quienes creen que es solo lo que consumimos lo que nos daña. Si vigilas lo que dices, a menudo por ejemplo, sabrás que mucho de eso lleva implícito una carga negativa enorme. Frases como: la situación está muy dura, este mundo es un caos, no podré nunca salir de esto, mi situación de salud es incurable, son sentencias muy fuertes que sin saber tú, se quedan en tu subconsciente y eso es lo que tendrás, recibirás y verás, mientras sigas pensando de esa forma.
Los pensamientos negativos convertidos en palabras, se convierten en decretos fulminantes para tu propia vida, porque es tu energía entregada al universo. Tú, sin saber, creas una pared frente a ti, y por más que insistas en lograr algo no lo conseguirás hasta que no reprogrames tu mente. Esas malas palabras que dices a diario pueden provocarte hasta una enfermedad crónica, a la cual difícilmente un médico tradicional le encontrará solución, porque eres tú quien la ha creado y la respuesta está solo en ti, por tanto solo cuando aprendas a autoanalizarte, indagando en las profundidades de tu Ser, es que encontrarás la cura a tus males.
Sin embargo, hay enfermedades hereditarias o genéticas, que tienen otras explicaciones, pero lo que sí debes asumir desde ya es tu propia responsabilidad y armar tu torre de control para estar vigilante a todos tus pensamientos, palabras y acciones, porque de estas últimas también se genera una retroalimentación, dependiendo de lo bueno o malo que hagas. Todo regresa a ti, por eso si quieres tratarte bien, empieza a vigilarte más.
Hasta la próxima publicación…
Zuluan Orion
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