Sin duda alguna son las emociones las que están controlando a la humanidad. Ya sabemos que un pensamiento sin emoción no representa nada. Si es un mal pensamiento no representa ningún peligro; pero una emoción no canalizada sí representa mucho, es como combustible que si le acercas una chispa de candela explota. Así son las emociones, especies de combustible que, dependiendo de lo que hagamos con ellas, o explotan o se convierten en luz.

Una emoción no trabajada debidamente, y esto lo digo basándome en mi experiencia, deriva en peligrosas enfermedades, de ahí que sabiendo esto, siempre aconsejo a mis pacientes a digerir lo que les pasa, lo que sienten, lo que quieren gritar y no lo hacen. Bien sabes, mi estimado lector o lectora, que cuando no digieres una comida, sucede que en el estómago los jugos gástricos se vuelven como locos y esto es causante casi siempre de una indigestión que puede controlarse en casa, pero se han visto casos más peligrosos que terminan en cirugías.

Lo que quiero decirte es que toda emoción debe pasar por un proceso consciente de revisión y reflexión que tú mismo debes hacer de ella. Cuando no sueltas una emoción, cuando no la trasmutas, esa emoción puede hacerte mucho daño. Ya sea odio, tristeza, sentimiento de abandono, de desamor, de venganza, cualquier emoción que no sueltes se va acumulando en ti, primero en tus pensamientos diarios, luego se queda en tus niveles inconscientes y el subconsciente se apodera de ella, la guarda como un tesoro porque tú le diste poder, la magnificaste de tal forma que para estos niveles, esa emoción es de vital importancia para ti, entonces llega otra emoción y sucede lo mismo y así vas acumulando una tras otra, sin darte cuenta, o quizás muy consciente pero sin saber el daño que te estás ocasionando ¿Cómo puedes trabajar una emoción y cómo la sueltas?

Existen muchas fórmulas, cada persona es diferente y en este sentido, reacciona diferente, pero lo que sí es común es buscarle un sustituto a esa emoción, trabájala como si se tratara de un oficio que no te gusta y búscate otro que sí te gusta. Si tu emoción es la tristeza búscale como sustituto la música, el baile, el ejercicio alegre y en compañía, como la bailoterapia, que te generan grandes cantidades de hormonas de la felicidad e inmediatamente sentirás el cambio en tu vida.

Así que de ahora en adelante trabaja tus emociones, cuídalas como niños pequeños, no la dejes engordar, solo engrandece las buenas, las que te traen bienestar.

Hasta la próxima publicación…

Zuluan Orion