Antes de que cualquier cosa surja, la consciencia tiene que estar ahí para ser consciente de ello. Cuando hablamos de la consciencia tenemos diferentes ideas, a veces pensamos que es algo que está dentro de nosotros o quizás es algo que está fuera o más allá del universo.
Al hablar de consciencia tratamos de usar nuestras mentes para hacer de ella un objeto que podamos comprender o poseer. La verdad es que la conciencia es primordial a la mente, y la mente quiere darle significado a la idea que nosotros tenemos de nuestro ser. La capacidad de la mente de darle sentido a la experiencia está limitada a los nombres y formas. T
Trata de pensar en algo que no tenga ni nombre ni forma, ¿Es posible?, cuando tratemos, lo más probable es que quedemos en blanco, no tenemos ninguna respuesta. Sólo el Presente, el Aquí y el Ahora es percibido, un presente silencioso.
Este presente silencioso es nuestra silenciosa presencia. Imagina que pudieras extender este lapso de tiempo silencioso aún más, ¿Qué puedes percibir acerca de ti mismo en la ausencia de pensamientos?, Tú continúas existiendo, no hay ninguna clase de pensamiento formado acerca de tu existencia, ella simplemente Es. ¿Cómo lo sabes? porque eres consciente de ella.
La conciencia no es producida por tu cuerpo, ni por tu cerebro. Este sentimiento de vida no tiene nada que ver con algún cuerpo sutil. No es un Alma en forma de fantasma dentro del cuerpo, no tiene un origen en la mente ni en alguna parte de la psiquis. La conciencia es netamente transcendental, siempre Es, Absoluta y Perfecta.
La conciencia es la base de la existencia que transciende cualquier estado de la mente, emoción, energía y cuerpo. La Consciencia o el Ser es netamente espiritual, que es la característica primordial de nuestro Ser, y de toda la existencia y por consecuente también es la esencia del mundo condicional.
La Existencia o el Ser, no son diferentes al sentimiento primordial de Vida. El Ser no puede ser observado, estudiado, dividido, examinado o transformado en un objeto de nuestra posesión vía el ego. No existe ningún punto de vista, ni ninguna referencia hacia nosotros mismos, que no sea idéntica al Ser que ya somos.
Todo lo que existe, sea condicional o trascendental, no puede existir fuera del ser mismo o aparecerse asimismo como objeto o forma, inclusive el sentimiento primordial de vida, no es otro diferente al amor, la paz y felicidad. Estos tres aspectos son las tres caras de la vida misma y no experiencias que se le pueden atribuir a nuestro ser. Donde hay paz hay felicidad, donde hay felicidad está el amor, siendo más holísticos, dónde está el amor está Dios.
La consciencia existe siempre como el amor, la paz, la felicidad y es de esencia espiritual, siempre está presente detrás de cualquier experiencia de la psiquis, y siempre se va reconocerse así misma a través de ese sentimiento de la vida. Recuerda que tú estás vivo porque eres consciente de ello. No importa lo que le pase a nuestros cuerpos o mentes, el sentimiento primordial de la vida siempre continúa siendo el mismo.
Nuestros cuerpos envejecen con tiempo, nuestras mentes también, pero de manera muchísimo más lenta que el cuerpo. La Vida no puede envejecer, la Vida no tiene ningún comienzo y tampoco tiene algún final. ¿Te acuerdas de cuando eras un niño o un adolescente? ¿Ha cambiado tu vida?, No me estoy refiriendo a tu vida física, basada en tiempo y espacio, no hablamos del proceso de domesticación, ni aspectos de la personalidad que han variado a través de tu vida, estoy hablando acerca de tu esencia, ese testigo u observador silencioso que siempre está ahí.
¿Ha cambiado de alguna manera tu Vida? ¿Ha sido modificado, a través de los malos tiempos, los buenos tiempos en salud y en enfermedad?, Si te das cuenta que la respuesta a estas preguntas es NO, automáticamente tienes que entender que hay siempre una parte de nuestro ser que nunca cambia, de por sí esa parte es Eterna.
Es ese aspecto de tu Ser que nunca cambia, el que abre tu vida a todo un mundo de posibilidades, si te mantienes presente en esa simplicidad, un nuevo campo es establecido, empiezas ahora a ver tu vida desarrollarse frente ti, ante los ojos de una conciencia que jamás cambia.
Esta relación nueva con la consciencia, es la gran puerta al Yo Soy, que jamás se puede cerrar y por qué tu consciencia siempre está disponible así misma cada vez que te haces presente con ella, cada vez que escoges estar presente y libre de la identificación con los pensamientos que están ocurriendo. Empieza a comprender que hay todo un aspecto netamente espiritual en nuestra esencia, que no importa lo que pase y experimentemos, esta parte que es nuestro verdadero Ser, es puro espíritu y por lo cual transciende todo el tiempo y espacio.
La realización o comprensión es asombrosa, cuando nos damos cuenta que Aquí y Ahora hay una parte de nosotros que siempre es libre, que es indivisible, que va más allá del cuerpo y la mente, que trasciende todos los sentidos y todo concepto de tiempo y espacio. Siempre andamos buscando libertad o la liberación de algún estado, pero la verdad es que somos libres por esencia.
El ego o sentimiento de separación, es la falsa idea formada en la psiquis, cuando erróneamente nos identificamos con el cuerpo como nuestro ser. Cuando la consciencia se ve, a través de la forma en un cuerpo, la fuerza de atención surge en el corazón creando una idea de identidad asociada con el cuerpo, viéndonos en forma presumimos que estamos separados en nuestro entorno.
Desafortunadamente nos dejamos llevar por la idea de separación, la cual es la causante de todos nuestros dilemas. Al vernos separados el universo se vuelve ajeno, peligroso y diferente a lo que ya somos. Dejamos de vivir para sobrevivir y por consecuente le damos todo el poder a nuestra mente. Ahora si me lo permites, quiero hacerte una pregunta,
¿Qué te hace pensar que estás separado?
¿Cómo sabes si realmente estás separado del universo y los demás?
La física cuántica nos prueba la existencia de este campo de unidad de donde todo surge. Cuando los científicos observan en este mundo interno de la física cuántica, ellos encuentran átomos y electrones y a medida que se acercan más y más a ellos, se dan cuenta que están conformados de partículas cuánticas de diferentes clases, estas partículas se disuelven en el campo de unidad para luego reaparecer una vez más en microsegundos, mostrándonos la danza interminable de la creación pasando ante nuestros ojos.
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