¿Han visto la película -Avatar-? Donde los seres humanos viajan a un planeta remoto, para explotarle y en ese desarrollo de eventos, utilizan ingeniería genética para crear cuerpos híbridos, los cuales tienen información de diferentes especies de seres, los cuales podían ser usados para interactuar con el ambiente nativo de dicho planeta. Irónicamente desde la perspectiva espiritual nosotros como cosmonautas intergalácticos, llegamos a una dimensión más densa, donde necesitamos un Avatar para poder interactuar con el entorno, de una manera nativa y natural. –tu cuerpo es el Avatar de tu Alma-, el cual no tiene precio y si es un vehículo asombroso para evolucionar almaticamente.

Cuando entramos en nuestros Avatares, éstos nos permiten vivir diferentes ciclos almáticas, con el propósito de vivir experiencias predeterminadas y evolutivas propulsando el alma crecer, madurando a través de estos ciclos, buscando su iluminación y realización de su verdadera naturaleza, un alma en un Avatar en un entorno armonioso y sin fricción, recorrería todos estos ciclos en una sola encarnación, desafortunadamente nosotros estamos encarnando en Avatares, en una era llena de fricción y karma, lo cual causa que nuestra evolución sea difícil y en muchos eventos estancada. A continuación, vas a ver un proceso almática, el cual demuestra un proceso evolutivo sin fricción, esto es extremadamente interesante e importante porque muchas veces, podemos determinar en qué ciclo estamos estancados, y podemos usando el poder de nuestra intención, atraer y madurar a los siguientes niveles evolutivos.

Comenzamos entonces:

1 año

El niño empieza a explorar el nuevo mundo y a comunicarse con él, empieza a decir sus primeras palabras, intenta caminar o ya lo hace, incluso puede tomar su tetero o la cuchara para comer. El niño empieza a explorar y a sentir la vida y a sentirse parte de ella.

2 años

A esta edad el niño empieza a conquistar nuevas destrezas y logros, su motricidad es más desarrollada y tiene la capacidad de expresar gusto o disgusto por ciertas cosas, le gusta, explorar, probar e investigar.

3 años

El niño necesita sentir sus necesidades básicas satisfechas, debe tener suficiente sueño, sentirse seguro, recibir atención constante y pasar por experiencias estimulantes, por eso cuestiona y pregunta permanentemente.

4 años

El niño ya se relaciona con sus hermanos y otras personas de la familia que se convierten en compañeros de juego, empieza a ampliar su círculo afectivo y a plantearse normas sociales, el niño también busca saber cuáles son los límites de su voluntad.

5 años

El pensamiento del niño es cada vez más flexible y es capaz de relacionar ideas y conceptos nuevos en su intento por entender el mundo. En los tiempos de ocio se les deben ofrecer alternativas y ayudarles a descubrir sus posibles intereses, empiezan a cambiar su perspectiva para ponerse en el lugar de otro.

6 años

El niño tiene la habilidad para iniciar sus propias actividades, para aprender y trabajar, tiene sentido del propósito. Le gusta enseñar y explicar, elabora argumentos simples y también los pide. La Mayor parte de su curiosidad y su energía se centran en el aprendizaje.

7 años

La vida se vuelve una aventura y su pensamiento se hace más flexible, capaz de relacionar ideas y conceptos nuevos, de ahí su interés por lo misterioso y lo desconocido.

8 años

En este periodo los grupos son de niños o niñas, pocas veces mixtos, los grupos son creados principalmente para conseguir algún objetivo en particular y luego se disuelven. Muestra más pudor en mostrar su cuerpo, no le gusta desvestirse delante de otras personas, así mismo muestra gran interés por todo lo relacionado con el cuerpo.

9 años

Se compara constantemente con los demás para autoanalizarse y valorar su aceptación social. Se va configurando su personalidad, ya se van viendo con claridad sus cualidades y actitudes. La autoridad de los padres deja su protagonismo para dejar espacio a la propia autoridad interna del niño que cada vez le irá guiando más en sus acciones.

10 años

A esta edad empiezan a atravesar una etapa de transición entre la infancia y la pubertad donde los cambios físicos son diferentes en niños y en niñas, empiezan a expresar intereses particulares, su grupo de amigos del mismo sexo o del sexo opuesto adquiere gran relevancia, se inicia una separación cada vez mayor de sus padres.

11 años

En esta edad su razonamiento moral se desarrolla enfocando su atención en la sociedad, tiene un creciente deseo de agradar a otros, el niño observa los estándares de otros niños y quiere ser considerado y tenido en cuenta por aquellos individuos cuya opinión le importan a él.

12 años

El niño es capaz de pensar en lo posible y razonar abstractamente, se da mayor tendencia a la calma, es más afectuoso y adaptable. Las niñas se obsesionan bastante por las formas y funciones femeninas y los niños se vuelven más pudorosos hacia el sexo opuesto. Su código moral se basa en el código del grupo que está integrando.

13 años

A esta edad el niño somete todas las cosas a un análisis combinacional, puede combinar todo y analiza todas las posibilidades que existen, conciben la posibilidad de lo incomprensible y lo infinito. Socialmente busca pertenecer a grupos que refuercen sus sentimientos de unión y realización.

14 años

A esta edad los jóvenes tienen mayor capacidad de compartir y desarrollar relaciones más íntimas, se interesan más por personas del sexo opuesto y pasan menos tiempo con los padres y más con los amigos. Se muestran más preocupados por el futuro y pasan por periodos de muchas expectativas.

15 años

A esta edad el joven se puede mostrar apático, pues tiende a hablar con voz suave y parece cansado, estas actitudes tienden a relacionarse con su preocupación reflexiva sobre sus estados de ánimo íntimos. El enfrentarse a ciertos temores lo hacen sensible e irritable.

16 años

Este joven es más dueño de sí mismo, es autónomo, tiene fe en sí mismo y en sus aptitudes, es una persona más tolerante con todo el mundo en general, tiende a aceptar la vida tal como se le presenta, es cordial y desenvuelto, esto le permite relacionarse con el amor y encontrar el placer.

17 años

El joven empieza a elaborar sus propias ideas y filosofías morales, son críticos y lo cuestionan todo. A esta edad se creen únicos y especiales, están en busca de su identidad, buscan modelos sociales con las cualidades que a ellos les gustan, pasan muchas horas fantaseando.

18 años

Es importante su grupo de amigos buscando ser entendido, estos influirán en muchas de sus decisiones, en su modo de vestir y en sus intereses, sentirse integrado es muy importante para él por lo que prefiere someterse a las reglas de su grupo.

19 años

Mantienen relaciones personales más satisfactorias, son más independientes, sus amistades son importantes pero sus propios valores prevalecen sobre los de su grupo. Son estables emocionalmente y se preocupan más por los otros, de ahí que se forman ideas propias de la familia.

20 años

Esta persona se ha convertido en un adulto joven, tiende a ser estable emocionalmente. Se plantea metas y objetivos para la vida, aunque sigue en el proceso de definir su propia identidad. La autonomía que desarrolla lo puede llevar a asumir conductas de riesgo.

21 años

A esta edad la persona está consolidando su personalidad, busca tener relaciones de pareja más serias con mayor capacidad para la ternura y el amor sensual, la pareja se hace importante para su estabilidad social y emocional.

22 años

A esta edad la persona se enfrenta a la presión social de madurar y asumir responsabilidades, lo que genera realmente al joven incertidumbre sobre su futuro acerca de lo que debe y quiere hacer, el joven se enfrenta a una dicotomía emocional, puesto que desea estabilidad, pero teme comprometerse.

23 años

La persona alcanza una autonomía psicológica, se hace confiable y compasiva, de ahí que tenga un claro concepto de respeto hacia sí mismo y los demás.

24 años

La persona tiene la capacidad de trabajar y amar, de ahí su amplia perspectiva de la vida y su atención a las personas significativas de su vida, como parte de su proceso de maduración quiere abarcarlo todo cuidadosamente.

25 años

La persona a esta edad ha alcanzado un estado de plenitud en cuanto a su juventud, su fuerza e ímpetu hacia la vida, a esta edad es importante la independencia y la ausencia de conflicto familiar.

26 años

La persona empieza a generar ideas más profundas de sí misma, tiene la capacidad de ser introspectiva, se cuestionan acerca de su autosuficiencia. En esta etapa se espera socialmente una estabilidad emocional y profesional.

27 años

A esta edad se detecta un cambio de actitud importante, la persona necesita independencia y está lista para sentar bases sólidas para crear un hogar o procrear.

28 años

La persona se siente con la vitalidad y la energía para crecer, desarrollarse y fortalecerse, de ahí su deseo de dejar una marca en el mundo.

29 años

Edad de la introspección donde la persona tiene amplias expectativas de la vida que le pueden generar ansiedad, en esta edad la persona prefiere ser cauta y valora su privacidad e intimidad, necesita tiempo consigo misma.

30 años

La persona se siente lista y abierta emocionalmente, quiere explorar en sus sentimientos, se siente apta y atraída hacia relaciones estables, realmente la persona se siente optimista para explorar cosas nuevas.

31 años

La persona ha entrado en periodo de madurez, se siente capaz y competitiva, no hay contradicciones para ella, de ahí su deseo de justificarse y resaltar la importancia de sus actividades.

32 años

En esta edad la persona se encuentra en alto grado de su vitalidad, y psíquica y socialmente representa la materialización de ilusiones, sueños y aspiraciones.

33 años

Esta es una edad de introspección, donde la persona se siente estable y sus pensamientos tienden a ser profundos y filosóficos acerca de su pasado y su futuro. Puede incluso ser una etapa de resolución de conflictos de la adolescencia.

34 años

La persona se encuentra en balance, sus relaciones son estables y tiene facilidad para decidir y priorizar, tiene la capacidad de observar, analizar y modificar acciones o pensamientos.

35 años

La persona tiene la capacidad de sublimar los aspectos de su vida, tiene la capacidad de definir cada área de su vida y darle la importancia y el lugar que cada una merece, incluso en términos espirituales según las creencias de la persona.

36 años

La persona siente que su vida ha llegado a un estado de balance ideal, por lo que experimenta temor a explorar cosas nuevas o relaciones nuevas que puedan afectar su estabilidad.

37 años

Inteligencia emocional plena, la persona que ha madurado adecuadamente, tiene la capacidad para expresar sus sentimientos de manera sana y efectiva, de hecho, la producción de sus sentimientos es asentada y sensata, son más enfocados hacia lo espiritual, son más profundos.

38 años

La persona a esta edad está más interesada en relacionarse con personas maduras que les ofrezcan conversaciones profundas, tiene la necesidad y la habilidad para conectarse con personas sabias orientadas hacia lo espiritual, quiere relacionarse con personas verdaderamente interesantes.

39 años

El estado de armonía en esta edad permite que la persona enfoque sus energías hacia su propia sabiduría, busca enfocarse y tiene la habilidad para lograrlo.

40 años

La persona ha alcanzado un estado de claridad, comodidad y coherencia entre sus ideas y sus sentimientos y es capaz de expresar lo que siente y lo que opina. Alcanza un nivel asertivo de comunicación.

41 años

La persona está en estado pleno de aprender, de comprender, está abierto y receptivo, conectado con la sabiduría divina, capaz de cultivarla y en plenitud para vivirla.

42 años

La persona se encuentra abierta y dispuesta a entender y a vivir a plenitud su espiritualidad, tiene la capacidad de conectarse consigo misma, necesita y está en capacidad de conectar la sabiduría con su propia espiritualidad.

43 años

La persona tiende a experimentar temor al asumir un compromiso que pueda sentir de carácter espiritual, puede sentirse insegura de su propio proceso espiritual.

44 años

Los sentimientos son claros, las emociones y los sentimientos son espirituales, la espiritualidad se convierte en un proceso realmente placentero para la persona.

45 años

La persona se empodera de sus procesos espirituales, se siente firme y capaz de enfocarse y en sus propios procesos y siente el empodero de su espiritualidad.

46 años

La persona puede hacer introspección en búsqueda de la armonía personal y de cómo esta armonía facilita sus procesos espirituales, aclara la conexión entre armonía y espiritualidad

47 años

La persona entiende y se aclara en esta edad de sus procesos espirituales, inicia su preparación para la madurez plena, entiende la filosofía de su propio desarrollo espiritual.

48 años

La persona está en conexión con la sabiduría y se le facilita enseñar y guiar procesos de carácter espiritual, esta plena y dispuesta para ejercer en procesos de enseñanza.

49 años

La persona alcanza su estado pleno de madurez espiritual, la persona está en capacidad de experimentar y trascender sus procesos espirituales, todos los aspectos de su vida están en el punto de claridad y madurez para experimentar a plenitud esta edad.