En muchas culturas no se acostumbra a bendecir. Bendecir es otorgar el bien a otro, es como declararle al universo tu agradecimiento, es darle la orden para que todo se magnifique, es decirle a una persona “Te deseo lo mejor en todo”. Bendecir la vida de otras personas, así como bendecir las bondades del Creador, trae paz, es otorgar amor y compasión a través de una palabra, de una frase.

En algunas culturas, ya sea la oriental o la occidental, se bendice de diferentes maneras, tal vez esta palabra se escuche diferente, pero siempre nos resuena en nuestro interior, porque va directo a él. Cuando bendecimos el cristo interno de cada persona, estamos otorgándole luz, le estamos diciendo que somos hermanos, que estamos unidos, que somos un Todo. La bendición es una forma de alabanza, y aunque al Padre no le importa de qué forma tú le alabes, sino cómo estás viviendo esa forma de honrar su presencia en tu vida, es bueno que tengas un tiempo a solas para humildemente manifestar la perfección que eres, gracias a un Dios que quiso darte todo para que simplemente vivieras tu propósito lleno de plenitud.

Cada mañana es una buena oportunidad para dar Gracias por las Grandezas que observamos, desde la salida del Sol hasta los colores del firmamento, es una bendición poder verlos porque estamos usando además el sentido de la vista, por la cual seguramente no agradeces poder usarlo, cuando otros seres lo han perdido. Solo siendo capaces de asumir lo pequeños que somos en este Universo, podemos ver tantas grandezas.

Te invito a despertar bendiciendo cada día, cada célula que posees, cada cosa que observas, cada persona que ves, cada órgano y sistema que funciona a la perfección para que puedas comer, caminar, tocar, son tantas cosas que necesitaría de muchas publicaciones para recordarte lo afortunado que Eres. 

Hasta una próxima publicación…

Zuluan Orion