Muchos de los conflictos que vive la humanidad se deben a la ignorancia, a desconocer que son las propias decisiones y actitudes que se toman, las causantes de tanto caos existencial. Ciertamente el ambiente en el que nos desarrollamos influye en nuestras vidas de manera significativa, pero nadie puede cambiarnos si no lo deseamos y esto va desde las creencias hasta nuestros propios patrones de conducta, que a veces las excusamos como parte de una mala influencia.
Cuando te hablo de superación espiritual, de crecimiento desde adentro, te hablo de centrarte en tu propia existencia, de centrar tu atención en ti, reflexionar qué está pasando por tu mente y luego por tu vida. Los pensamientos generan tanta energía que manifiestan la realidad que estás viviendo, pero eso no es todo. Cuando te centras en ti de manera negativa vives en el victimismo, pero si lo haces desde tu propia consciencia, desde tu propia esencia, empiezas a generar cambios.
No culpar a los demás de tu desgracia, es la primera tarea que tienes por delante. Tienes que descubrirte, abrirte a todo ese mundo que llevas por dentro, pero que no lo haces, porque vives pendiente de los demás, de tu entorno y eso te distrae de ti mismo. Si tomaras conciencia que primero eres tú, también te dieras cuenta que todo proviene de ti, incluso esos problemas que crees lo ocasionan las otras personas a tu alrededor.
Eres el espejo de tu vida y esto es una verdad que no gusta mucho, que cuesta comprender, porque saber que proyectamos afuera lo que llevamos adentro, es pensar que somos culpables de todo lo que nos pasa y eso amigo lector es cierto. Nada es lamentable, pues tomar consciencia nos aleja de la negatividad y nos centra en lo realmente importante que es la búsqueda de la iluminación, de la trascendencia de nuestro ser a través del conocimiento de nosotros mismos.
Cuando nos centramos en nosotros comienza la magia, ya no nos preocupamos tanto por el mundo externo y todas sus dificultades, nos centramos en lo que podemos hacer por nosotros y por los demás, pero de una manera consciente, amorosa, porque nos conecta con el Todo, con nuestro Padre-Madre, con el Universo, y entonces te conviertes en luz para ti y para otros.
No eres eso que haces, ni que piensas, eres espíritu vibrante de energía. Céntrate en ti y verás los cambios que experimentarás para tu propio bien, te sentirás especial, único, heredero de una vida plena sin carencias.
Hasta la próxima publicación…
Zuluan Orion
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