Despertar quiere decir poder percibir la realidad más allá de los límites de la mente. Cuando esto ocurre algo maravilloso es revelado a la mente; te das cuenta que tú no tienes límites, que eres más grande de lo que pudieras imaginar, y asombrosamente contenido en un cuerpo físico, limitado y mortal.
Cuando nos despertamos ocurre una gran transformación en cómo nos percibimos, dejamos de vernos como una identidad, que es basada en nuestras experiencias previas, sus memorias y creencias, para darle lugar a una experiencia plena de lo que realmente está pasando en este momento Aquí y Ahora. Cuando nos despertamos vemos por primera vez la ilusoria mente, que no tiene ser para sí misma, vendiéndose como una persona, pero la verdad ella está llena de mentiras.
Cuando entramos en este nivel de claridad o Consciencia vamos a ver todos estos pensamientos como si fueran una transmisión de radio, o si fueran comunicados en un idioma extraño. Podemos escuchar y percibir lo que es transmitido por la mente, aun así nuestra verdadera identidad como la Consciencia misma no es afectada, y no vamos a ser sometidos por ello. Cuando la mente es percibida de esta manera, nuestro Ser orienta su atención, integrando un nivel más sutil acerca de nosotros, quien mueve su energía de tan simplemente pensar fríamente en la vida al estar Presente con la vida.
Pasamos de un Ser basado en ideas, pensamientos y separación, a un Ser pleno, quien vive cada instante tal y como es, co creando en la vida, rompiendo con los velos creados por el ego, que se perciben inertes, frívolos y calculadores, dándole paso a una sensación de estar conectado con todo el entorno en nuestro alrededor.
La vida en esta dimensión, se está viviendo en un planeta donde sus habitantes están inmersos en una constante identificación con el cuerpo, con sus pensamientos y sentimientos, creando una falsa identidad que se sostiene a través del tiempo y el espacio, percibiendo superficialmente lo que realmente está pasando, viviendo en las enredadas emociones, sensaciones y pensamientos. Aún así estemos participando con el mundo real, nuestra atención nos saca del presente, llevándonos a un mundo de memorias y proyecciones acerca de nuestra experiencia, olvidándose de reconocer nuestra Consciencia, quién es quién realmente está experimentando cada momento. Nuestro Ser nos invita a reconocer que hay una manera de vivir nuestra vida en mayor plenitud, teniendo una experiencia más natural con nuestras vidas, donde podemos estar presente con lo que Es.
Cuando despertamos ocurre una gran transformación de cómo nos percibimos, percibiendo nuestra realidad como el corazón de la existencia misma, dándole paso a una fusión de nuestro aparente ser al Ser real vía el corazón de la Divina Consciencia.
Despertar es asumir conscientemente nuestro papel en el universo, como co-creadores del mismo.
Despertar es reconocer nuestra esencia espiritual o reconocer que somos el espíritu mismo, quien no es otro diferente a la esencia primordial o cuántica detrás de todo lo experimentado, a medida que reconocemos esta gran verdad, se rompen velos instalados previamente por nosotros mismos para tener una experiencia humana, reconociendo esta gran relación existencial.
Este es el gran salto cuántico que se avecina a nuestra sedienta humanidad: El renacimiento del Hombre Cuántico.
Hasta la próxima publicación.
Zuluan Orion
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