A la mente hay que engañarla, hay que jugar con ella, así como ella juega con nosotros.

Recientemente le preguntaba a una amiga cómo estaba su salud y ella me respondió de una forma muy jocosa: cállate Zuluan que salí a pasear al dolor y de regreso a la casa le cerré la puerta. Me pareció un buen tema para escribirlo, porque de hecho eso deberíamos hacer todos, no solo con el dolor, sino con los cientos de pensamientos negativos e ideas limitantes que llegan a diario a nuestra mente.

Es que realmente deberíamos hacer un trabajo que no sea tan tedioso para lograr triunfar en el intento de esquivar todos esos pensamientos negativos y todas esas ideas que nos vienen a la cabeza a diario. Porque no se trata de sentarse a seleccionar pensamientos, palabras, acciones para trabajar en ellos, sino que se debe ir haciendo el trabajo en el mismo instante en que lleguen, pues si los dejas instalarse, tendrás mucho más trabajo después.

A muchas personas les cuesta trabajar tanto en sus emociones y en el análisis de su comportamiento, que caen en estados de ansiedad muy fuertes; ojalá todos pudiéramos tomar con humor, como mi amiga, el tema de la adversidad para poder de un modo u otro, salir de tales dramas de la vida.

Realmente es posible hacer a un lado tanto caos, lo que debemos es saber entrenar para ello, como lo hacemos cuando vamos a un gym para ponernos en forma. Así como establecernos una rutina de ejercicios para bajar kilos o ganar salud, debemos imponernos rutinas para salir airosos en la tarea de ganar paz mental, pues de otro modo al pasar el tiempo la vida se estanca por tanta basura acumulada en nuestra mente, tal como la grasa se aloja en el cuerpo.

Si quieres iniciar una rutina como esa, debes tomar consciencia primero de vivir en modo consciente y presente todos los días. Si quieres acabar con tanto dolor, con tantos pensamientos negativos y tanto caos en tu vida, pero vives pensando en lo que hiciste o te hicieron en el pasado y en todo lo que tienes que hacer en el futuro, te aseguro que no has comenzado cuando ese intento ya sucumbió.

Nuestra mente nos sabotea a cada momento y nuestro modo presente tiene que ser más hábil que ella, tiene que buscar la forma de jugarle sucio también, sí así como lo hizo mi amiga, que estoy seguro, le servirá de mucho reírse de sus propias circunstancias, porque la vida es corta y caer en muchos dramas la vuelve más efímera.

Hasta la próxima publicación…

Zuluan Orion