Seguimos con el tema de los cambios y hay mucho por decir, pero lo más importante es dedicarte el debido tiempo. Lo primero que debes revisar es tu sistema de creencias, en qué te convertiste o piensas te convirtieron tus padres o resto de tu familia.  Esta pregunta es esencial porque allí se esconde la raíz de todos tus problemas, traumas, pensamientos y acciones.

Debes tener presente y no olvidar desde ahora que “Todos los acontecimientos que hasta el momento te han sucedido han sido creados por los pensamientos y  creencias del pasado. Fueron creados por las cosas que pensaste y las palabras que dijiste hace días, semanas, años o décadas atrás, es tu pasado el que determinó tu vida, en otras palabras son tus creencias las que te mantienen repitiendo una y otra vez las mismas amargas experiencias”.

Muy pocas personas hoy pueden decir que vivieron tan felices como niños que hoy su sistema de creencias es prácticamente sano: no tienen traumas, no sienten miedos, no desean cambiar nada, como si todo hubiera resultado perfecto. Pues bien, sí existen esas personas y son seres que eligieron a padres que apoyaron su misión de una forma muy armónica, pero la mayoría de la humanidad vive hoy en una lucha constante entre lo que fue su niñez y lo que son como adultos, es decir siguen arrastrando cargas que eligieron sanar en esta vida, pero con una familia que también estaba trabajando en sus propios ciclos de dolor.

Hay generaciones que vienen cargando con traumas pasados y llega un miembro a la familia que tiene que cerrarlos, ese puedes ser tú. Así que aquí no hay culpables, sólo seres que están trabajando en sus propios procesos y si tú deseas ponerle fin a tu sufrimiento debes comenzar por entender que todo lo que pasó tenía un propósito y el tuyo será reparar esos ciclos que aún están abiertos, entonces no te queda más que empezar a trabajar en esas creencias, sabiendo que pueden cambiarse y que nunca será demasiado tarde para que veas luz en medio de tanta oscuridad.

Hasta la próxima publicación…

Zuluan Orion