Allá afuera no hay más que personas como tú reflejando tu Ser. No es tan poético como se cree; imaginar que todos los que nos rodean forman parte de nosotros mismos no es tan fácil de entender tampoco, pues el problema radica en que la mayoría de las veces, estamos atrayendo a muchas personas como nosotras, que vienen a recordarnos el arduo trabajo que aún nos falta por hacer desde el punto de vista de nuestro interior, te explico.
Cada relación que entablamos, cada persona que nos rodea, viene a reflejarnos lo que somos, viene en pocas palabras a contarnos nuestras buenas o malas actitudes, nuestros buenos o malos pensamientos, nuestros errores y sobre todo nos vienen a decir qué es lo que más detestamos y qué es lo que más nos agrada, pero no de otros sino de nosotros mismos. Esas personas al final son sanadoras, aunque al principio puedan representarnos un gran fastidio, porque lo que vemos en el otro es lo que tenemos que trabajar en nosotros.
Te pongo un ejemplo: una señora que atendí en mi consultorio me contó, entre tantas cosas, que sentía mucha rabia porque su vecina no la dejaba en paz, pues todos los días se acercaba a su casa a quejarse por todo, le contaba todas sus dolencias y ella se cansó de escucharla y no sabía cómo salir de ella. Esto pasa muy a menudo, y cuando le pregunté si ella se quejaba también ante otras personas, me respondió que sí, que lo hacía, pero con sus mejores amigas y algunos familiares. Le pregunté de nuevo cómo cree que se sienten también esas personas a quienes ella les cuenta todos sus problemas, y enseguida entendió mi punto: esa vecina le estaba recordando que debía trabajar en esa área de no llevar basura a los demás, con tanta negatividad ¿Entendiste también tú el punto?
Hasta la próxima publicación…
Zuluan Orion
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